María
Eugenia Alvarez, la enfermera que cuidó a Eva Duarte de Perón hasta su muerte,
recordó ayer, durante una charla en la Legislatura porteña, los últimas días de
Evita, sus palabras finales y el momento en que falleció, a las 20.25 del 26 de
julio de 1952. “Me voy, la flaca se va, Evita se va a descansar”, fue la frase
que, según Alvarez, la ex primera dama dijo a su mucama Hilda Cabrera de
Ferrari antes de entrar en el coma que la llevó a la muerte.
"Fue
un momento muy fuerte, pero muy fuerte. Quedó como angelada, bellísima y
su
rostro con una paz increíble”, destacó la mujer que cuidó a Evita en sus
últimos días y que participó de una charla en la Legislatura en el marco de las
actividades organizadas en homenaje a 60 años de su muerte.
Además,
trajo a la memoria que poco después de
las “20.25 de ese sábado 26 de julio vi que los ojitos de Evita lagrimearon, entonces
recordé que debajo de la almohada estaba su pañuelo. Lo saqué y sequé sus
lágrimas pero no opté por ponerlo otra vez debajo de la almohada, sino que lo
guardé en mi bolsillo”.
“Hoy
he decidido dejar el pañuelo donde debe estar, en el Museo Evita", confió
emocionada.
"Evita
era una mujer fuerte, era tan flaquita que no sé de dónde sacaba la fuerza, era
muy fuerte. Y tenía un buen carácter, tenía autoridad. Era una mujer educada,
jamás la escuché decir una mala palabra como lo vi en algunas películas que
hicieron sobre su vida", reveló.
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