"En
la mañana del domingo desde muy temprano se arma una enorme feria que serpentea
en las calles del centro.
Allí,
entre los primeros puesteros y los cajones de verduras y frutas, de pronto, la
mayoría son mujeres. Si no fuera porque algunas traen pañuelos distintos en el
pelo, podría pensarse que vienen de un mismo lugar, de una misma casa, todas
vestidas de apuro, todas con una pequeña bolsa apretada en sus manos.
Caminan
rápido, revisan, eligen, vuelven sobre sus pasos, y frente a cada puesto se
entreveran en un bullicio alegre, ruidoso.
Todas
hablas casi al mismo tiempo acerca de la comida, el tiempo, los avatares en la
vida de los artistas, y finalmente, como parte de un silencioso pacto conjunto,
tejen apasionadas conversaciones sobre los niños: hablan sobre sus niños las
madres."
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