El
disco rígido que conservaba las imágenes del maquinista Julio Benítez en los momentos
previos al choque del tren del sábado último en la estación terminal de Once,
no podrá ser recuperado, por lo que no se podrá contar ya con esa prueba para
establecer cómo fue el accidente.
El
juez Ariel Lijo recibió un informe de una empresa especializada que asegura que
el material tiene
"un daño físico irreparable", según confirmaron
fuentes judiciales. El disco fue encontrado dentro de la mochila del maquinista
con sangre y muy deteriorado y su recuperación era importante para determinar
las causas del accidente, en especial para saber si Benítez accionó o no los
frenos en el momento previo del impacto contra el paragolpe de contención de la
terminal.
En
la declaración indagatoria, el maquinista aseguró que no recordaba haberlo
extraído para lo cual debería haber roto además
el dispositivo colocado en las cabinas.
Benítez
sigue detenido en la alcaidía del Palacio de Tribunales porteño luego de ser sometido
hoy a exámenes clínicos y psicológicos a fin de establecer si padece alguna
afección de base compatible con en el “recuerdo borroso” que dijo sufrir cuando
fue indagado.
Benítez
fue revisado por especialistas del Cuerpo Médico Forense, donde mañana
continuarán algunos estudios complementarios a los ya ordenados por Lijo
inmediatamente después del accidente, entre ellos los toxicológicos, cuyos
resultados ahora espera. Entre los análisis ordenados está el cotejo del ADN
con el de la sangre encontrada en el disco rígido arrancado del aparato de control.
Oscar
Maturano, dirigente del gremio La Fraternidad al que pertenece Benítez, reiteró
hoy que el artefacto para controlar el desempeño de los maquinistas habría sido
colocado allí por “alguien de afuera”, lo que quedaría virtualmente
desacreditado si se estableciera que la sangre pertenece al maquinista. A falta
de las imágenes de la cabina, el juzgado de Lijo subió hoy al sitio informativo
de la Corte Suprema –CIJ--un video de una hora y 21 minutos de duración con la
imágenes de la cámara ubicada en la cabina del guarda, en el último vagón,
donde se lo ve cabecear, bostezar y salir y entrar varias veces del habitáculo.
Las
últimas imágenes corresponden al momento del impacto, cuando el guarda golpea
su espalda levemente contra la pared de la cabina, mientras se escucha un grito
"otra vez chocó" y comunica el accidente en Once.
El
guarda ya declaró como testigo en la causa, aseguró que el tren no frenó cuando
ingresó a la estación y que el trayecto anterior había transcurrido sin inconvenientes,
la misma versión que dio el propio Benítez, quien dijo haber sentido
súbitamente una “falta de aire” y luego
recordar sólo “flashes” de lo ocurrido.
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