El papa Francisco encabezará desde el jueves en el Vaticano las celebraciones centrales de la Semana Santa, que tendrán su punto culminante el domingo de Pascua con la tradicional bendición Urbi et Orbi a todo el mundo.
Tras encabezar el domingo pasado la apertura formal de la Semana Santa, con la bendición de ramos de olivos con que se recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, Francisco presidirá esta semana las ceremonias del denominado "triduo pascual", el tiempo litúrgico en que los cristianos rememoran la pasión, muerte y resurreción de Cristo.
El Jueves Santo, el papa argentino Jorge Bergoglio celebrará la misa del crisma en la basílica de San Pedro y, por la tarde, se dirigirá al centro para ancianos y discapacitados Santa María de la Providencia, donde celebrará la misa de la Cena del Señor.
Allí Francisco hará el gesto del lavatorio de pies que Jesús hizo con sus apostóles y lo repetirá con 12 personas discapacitadas de distinta gravedad, edad, etnia y pertenencia religiosa, según explicó a Radio Vaticano monseñor Angelo Bazzari, presidente de la Fundación Don Carlo Gnocchi, donde se llevará a cabo la ceremonia.
"Este regalo es sin duda una tierna caricia que hace Francisco al mundo del sufrimiento, al universo habitado por los más frágiles y los más vulnerables", dijo Bazzari, para quien la elección del lugar por parte de Francisco es "un gesto de gran aprecio por todo el mundo de la discapacidad".
El año pasado, en su primera Pascua como pontífice, Francisco había celebrado la eucaristía en la cárcel de menores de Casal del Mármol, donde lavó los pies a 12 jóvenes detenidos de nacionalidades y confesiones distintas, entre los cuales se encontraban una italiana de religión católica y una de fe musulmana.
En tanto, el Viernes Santo, el papa presidirá por la tarde la celebración de la pasión y muerte de Jesús en San Pedro, donde la homilía estará a cargo del franciscano italiano Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia. Por la noche, a partir de las 21 (hora romana, 16 en Argentina) Francisco participará en el tradicional Vía Crucis en el Coliseo romano.
Este año las reflexiones -que fueron escritas por el arzobispo italiano Giancarlo María Bergantini- girarán en torno a la figura de "Jesús condenado, víctima de racismo y de calumnia".
En los textos que se leerán en el Coliseo se tocarán temas como los refugiados y emigrantes, los que sufren las consecuencias de la violencia, la crisis económica, la falta de empleo, el hacinamiento en las cárceles y la trata de personas, cuestiones que despiertan especial interés en el papa Francisco.
En uno de los momentos litúrgicos más impactantes de la semana, el pontífice celebrará el Sábado Santo la vigilia pascual a las 20.30 (hora romana), una ceremonia que comienza con la basílica de San Pedro completamente a oscuras que se va iluminando de a poco con el ingreso del cirio pascual.
Finalmente, la misa del domingo de Resurrección será en la Plaza San Pedro y comenzará a las 10.15, tras la cual Francisco impartirá la bendición Urbi et Orbi. En otro gesto que caracteriza la figura de Bergoglio, se repartirán durante la semana unos 1.200 evangelios de bolsillo a los presos de la cárcel romana de Regina Coeli, tarea que le fue encomendada al limosnero pontificio, el polaco Konrad Krajewski, quien realizará una visita a la prisión.
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