Los religiosos palotinos, asesinados hace 38 años durante la dictadura cívico militar, serán recordados hoy en una misa que se realizará en la parroquia San Patricio, del barrio porteño de Belgrano, lugar donde ocurrió la masacre.
Se trata de los sacerdotes Alfredo Leaden, Pedro Dufau, Alfredo Kelly y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti, asesinados en la misma parroquia el 4 de julio de 1976, en la denominada "Masacre de San Patricio".
La celebración eucarística será a las 19.30 en la parroquia ubicada en Estomba 1942 de esta capital, seguida de un acto frente al monumento recordatorio, que se encuentra a un costado del templo, que fue declarado como sitio histórico de la ciudad por la Legislatura porteña.
En tanto, en la ciudad bonaerense de Mercedes -donde descansan los restos de los religiosos- también se realizará un homenaje en el atrio de la iglesia San Patricio, con el lema "Pagaron con su vida el hecho de buscar un mundo mejor", convocado por organizaciones de derechos humanos.
El asesinato de los religiosos fue cometido el 4 de julio de 1976 por un grupo de tareas que los fusiló luego de identificarlos y dejar inscripciones en las que los acusaban de "envenenar la mente de la juventud".
La investigación de la masacre fue iniciada en 1976 y suspendida el año siguiente, hasta que en 1984 se reabrió la causa, y actualmente es llevada adelante por el juez
federal Sergio Torres.
La matanza se produjo poco después de que el padre Kelly denunciara desde el púlpito que estaban haciendo remates de los bienes robados a los desaparecidos y que feligreses de su iglesia habían participado de ellos.
La homilía quedó en la memoria como "el sermón de las cucarachas", calificativo que Kelly usó para describir a aquellos que ya no podía seguir llamando "ovejas de su rebaño".
El 4 de julio de 1976 hubo testigos que vieron un Peugeot negro estacionado frente a la parroquia, con cuatro hombres en su interior.
A la mañana siguiente, a la hora de la primera misa, un grupo de fieles esperaba frente a la puerta de la iglesia que se encontraba cerrada.
Fernando Savino, el joven organista de la parroquia, decidió entrar por la ventana y encontró en el primer piso los cuerpos acribillados de los cinco religiosos, boca abajo y alineados, en un enorme charco de sangre, sobre una alfombra roja.
Los asesinos escribieron con tiza en una puerta la frase "Por los camaradas dinamitados en Seguridad Federal, Venceremos, Viva la Patria" y también sobre una alfombra, "Estos zurdos murieron por ser adoctrinadores de mentes vírgenes y son M.S.T.M" (Movimiento Sacerdotes para el Tercer Mundo).
Sobre el cuerpo del seminarista Barbeito, los asesinos pusieron un dibujo de una historieta de Quino, tomado de una de las habitaciones contiguas, en el que Mafalda aparece señalando el bastón de un policía diciendo: "Este es el famoso palito de abollar ideologías".
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