A dos décadas de la Cumbre de la Tierra que se realizó en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, donde se instaló el 22 de marzo como Día Mundial del Agua, el tema central de esta nueva celebración será la vinculación entre los problemas del agua y la seguridad alimentaria y nutricional.
En un mensaje difundido por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se planteó como objetivo promover esta discusión en el marco de la Cumbre Río+20, que se realizará entre el 20 y 22 de junio en la ciudad carioca.
El agua desempeña un papel central
en la creación del "mundo que queremos", dijo Ban en referencia al lema que presidirá a Río+20, reunión a la que ya han confirmado su asistencia más de 110 jefes de Estado y Gobierno. En su mensaje, Ban Ki-moon advirtió que en las décadas por venir el crecimiento de la población mundial demandará un incremento de la producción de alimentos, lo que requiere de "un uso sostenible de nuestro recurso más agotable: el agua". Ban aseguró que la agricultura es el mayor consumidor de ese recurso, por lo cual es necesario utilizarlo con sabiduría "o fracasaremos en la lucha por acabar con el hambre y abriremos las puertas a otros males, como la sequía, la hambruna y la inestabilidad política", según consignó la agencia Prensa Latina. Asimismo, alertó sobre las amenazas derivadas de la escasez de agua y el cambio climático y su impacto en los campesinos, en particular los de naciones subdesarrolladas y de bajos ingresos.
También, señaló que esos desafíos aumentan la competencia entre comunidades y países en busca de recursos hídricos, "agravan viejos dilemas de seguridad y atentan contra los logros en materia del derecho a los alimentos, el agua y la salud".
Con cerca de mil millones de personas hambrientas y unos 800 millones sin acceso a fuentes seguras de agua, hay mucho que hacer para consolidar los fundamentos de la estabilidad a nivel local, nacional y global, insistió el mensaje. Según las Naciones Unidas, la adecuada gestión de los recursos hídricos es clave para asegurar una adecuada alimentación ante la creciente demanda de la población mundial.
La mayor parte de agua que se consume está incorporada en los alimentos. Por ejemplo, para producir un kilo de arroz, se necesitan 2450 litros de agua, y para un kilo de carne de cerdo casi 6.000 litros.
Hoy en día, más de 1.000 millones de personas carecen de abastecimiento básico de agua y 1,5 millones de niños mueren cada año a causa de enfermedades causadas por aguas no potables y contaminadas.
Para este año, la población mundial ha alcanzado los 7.000 millones de habitantes y se estima que dentro de tres décadas podremos rondar los 9.000 millones.
En consecuencia, las necesidades hídricas para la producción de alimentos, o -lo que es lo mismo-garantizar una alimentación sostenible a gran parte del planeta será uno de los principales problemas que enfrentará el mundo para poder atender esta demanda creciente de alimentos.
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