La comunidad palotina sigue trabajando en la causa de canonización de los 5 religiosos asesinados durante la dictadura militar en la denominada "Masacre de San Patricio", de la cual hoy se cumplen 36 años, y en la reapertura de la causa penal, ya que hasta el día de hoy nunca fue esclarecida en la justicia.
Así lo relató a Télam el padre Juan Sebastián Velasco, postulador de la causa de canonización de los mártires palotinos, que se inició hace 8 años en la arquidiócesis de Buenos Aires.
"Para nosotros como comunidad -de eso se trata ser Iglesia- es siempre una alegría poder celebrar este acontecimiento que cambió para siempre nuestra vidas y la de la Iglesia en Argentina.
Aunque aún no sabemos quién y por qué los asesinaron,
seguimos trabajando y orando para algún día poder aclarar este terrible hecho", dijo Velasco.
En ese marco, el sacerdote señaló que -paralelamente a la causa de canonización- "se está trabajando en la reapetura de la causa penal, que no prescribe por ser considerado un crimen de lesa humanidad".
La muerte de los 3 sacerdotes y 2 seminaristas, que fueron asesinados el 4 de julio de 1976 en la parroquia San Patricio del barrio porteño de Belgrano, nunca fue esclarecida en la justicia, aunque algunos testigos coincidieron en que los autores pertenecían a un grupo de tareas de la ESMA, versión que demostró el periodista Eduardo Kimel en su libro "La masacre de San Patricio".
Los cuerpos de los religiosos fueron encontrados acribillados, boca abajo y alineados, en un enorme charco de sangre, sobre una alfombra roja en la misma parroquia. "Estos zurdos murieron por ser adoctrinadores de mentes vírgenes", decía una de las leyendas que dejaron los asesinos.
En tanto, la causa para que el Vaticano declare santos a los religiosos palotinos sigue adelante.
"Actualmente seguimos reuniendo y clasificando la documentación escrita que dejaron cada uno de ellos; como por ejemplo, diarios espirituales y personales, correspondencia, artículos y homilías escritas. También estamos reuniendo testimonios de las personas que compartieron la vida con ellos o que los conocieron de alguna manera", explicó Velasco.
"Es una tarea ardua y compleja porque si todo proceso implica respetar la serie de pautas marcadas por el derecho canónico, en este caso se repite cinco veces el proceso", agregó.
Para ello, todos los sábados un grupo de laicos se reúne en la parroquia ubicada en la calle Estomba al 1900 y se encargan de la tarea de recopilación de datos.
"Sabemos y creemos que su testimonio plasmado aquella madrugada del 4 de julio de 1976 con su propia sangre nos marca un camino a seguir, el del mártir por antonomasia que es el mismo Jesús", concluyó el padre palotino.
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