La
Opinión de Moreno recuerda…
Un
4 de abril de 2007, es herido de muerte al docente Carlos Fuentealba, en Neuquén.
Docente,
activista sindical y militante socialista asesinado (muere un día después) a
quemarropa por un Policía de la Provincia del Neuquén durante un operativo que
buscaba impedir un corte de ruta en la provincia.
Carlos Fuentealba había
nacido en 1966 en Junín de los Andes. Creció en el campo de una familia
humilde. Sus
estudios secundarios los realizó en la escuela industrial General Torres
(Neuquén) donde se recibió de técnico químico. En los años siguientes trabajó
en diferentes empleos: en un laboratorio, en un supermercado, en
un hangar, en
una radio, en una fábrica de jugos y en la UOCRA. En 2005 se recibió de docente
y comenzó a trabajar como profesor de química en el Centro Provincial de
Enseñanza Media (CPEM) 69 de la Cuenca XV, uno de los barrios más pobres del
oeste de la ciudad, donde fue elegido delegado sindical. En 2006 recibió el
premio como mejor profesor, distinción otorgada por los estudiantes.
En
el marco de una huelga del sindicato docente ATEN, se realizó un corte de la
ruta 22. Fuentealba no compartía la decisión de hacerla en ese lugar porque lo
consideraba peligroso, pero accedió a la voluntad de la mayoría. Ese día la policía provincial recibió la orden
del gobernador Jorge Sobisch de impedir que los manifestantes cortaran la ruta,
para garantizar el libre tránsito en la misma.
Al
llegar al lugar y antes de que se efectivizara el corte de ruta, los docentes
fueron desalojados con balas de goma, gases lacrimógenos, bombas de pintura y
un carro hidrante en dos ocasiones. Muchos se refugiaron en una estación de
servicio y otros eran perseguidos por policías a pesar de haberse retirado de
la ruta. Tras una conversación entre dirigentes y policías en la estación de
servicio, se detuvo el accionar policial y los docentes se retiraron escoltados
por camionetas policiales, pero sin aviso, las camionetas policiales se
adelantaron a la caravana y reanudaron el uso de la fuerza.
Fuentealba
se encontraba en el asiento trasero de un Fiat 147 cuando un integrante del
Grupo Especial de Operaciones Policiales (G.E.O.P.) disparó una granada de gas
lacrimógeno hacia el auto,
que
estaba a unos 2 metros de distancia. El cartucho de gas lacrimógeno atravesó el
vidrio del vehículo e impactó en la nuca a Fuentealba, causándole un hundimiento
de cráneo. En el hospital provincial fue sometido a dos operaciones y
finalmente murió al día siguiente. Tenía 40 años y dos hijas de 10 y 14..
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