
Una madre que busca desesperada a su hijo arrebatado vaya a saber por quien; una calle a oscuras; una casa a la que le falta la luz desde hace cuatro días, también el agua; un joven que estrena su moto; una mujer que después de un arduo día de trabajo regresa a casa donde la esperan sus hijos; un hombre que pone un plato mas a la mesa para alguien que lo necesita; una calle que se alumbra con el asfalto nuevo en un barrio que parecía abandonado; una familia que se alegra con la llegada del padre, que vuelve recuperado del hospital; una mujer que retoma su lugar de trabajo para conducir el destino de un pueblo y sin saberlo, quizás, también el de ella; un niño que juega divertido con su perro, a orillas del río de agua turbia; un joven que celebra un 10 en la universidad de Moreno; un hombre que ya ha cumplido 77 y, lejos de su patria, se reúne con cuatro desconocidos a compartir el pan; una joven que dice no y emprende otro camino; un grupo de personas que regresa al calor de su hogar después de una experiencia en el frío del Ártico; la pena de una mujer que no alcanza a comprar lo que su familia necesita; la alegría de un hombre que consigue empleo; el cansancio de un trabajador que espera y viaja cada día en un tren repleto; el desconsuelo de quien ha perdido todo en una tormenta…
De estos y otros sucesos similares está hecho este año que se va. Y de esperanzas, muchas…
Para quienes hacemos La Opinión de Moreno ha sido un orgullo enorme contar con la atención de lectores y anunciantes que nos acompañan y complementan nuestra tarea.
Seguimos siendo un diario de pueblo, con los infinitos avatares que ello representa para un emprendimiento fundamentado en valores cotidianos, de familia.
Gracias a tod@s por acompañarnos a difundir e informar sin más ataduras que la buena intención, gracias por acompañarnos a contar las cosas que suceden diariamente.
Con enorme gratitud, Dios mediante, seguiremos dejando la opinión en manos de los morenenses.
Feliz Navidad, Feliz año.
La Opinión de Moreno